jueves, 26 de marzo de 2020

El mayor plan de rescate económico de la historia de Estados Unidos




EL MAYOR PLAN DE RESCATE ECONÓMICO DE LA HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS 

                  
               El pasado miércoles 18 de marzo, El Congreso de Estados Unidos, formado por la Casa Blanca y el bando republicano y la oposición demócrata, aprobó tras cinco días de negociación el mayor plan de rescate económico de la historia del país: hasta dos billones de dólares en ayudas a empresas y ciudadanos con el fin de suavizar el estrago que supone el parón de la actividad económica causado por la pandemia del COVID-19.
              
                                         Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado


               El país cuenta ya con más de 60.000 contagiados y 850 fallecidos a causa del coronavirus. Es por esto que el Gobierno ha decidido comenzar a imponer medidas de confinamiento, imitando a las que ya se han impuesto en otros países europeos, como es el caso de España e Italia. Por el momento, una de cada tres personas están obligadas a permanecer en casa y los colegios y negocios de todo el país han sido cerrados para frenar los contagios. Como en el resto del mundo, las medidas adoptadas tienen el fin de evitar una catástrofe tanto económica como social. Según el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, “el coronavirus es la amenaza más seria para la salud de los estadounidenses en un siglo y probablemente el mayor riesgo para el empleo y la prosperidad de EEUU desde la Gran Depresión”. Con él coinciden el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que aseguraba que se encontraban ya “muy cerca” y el líder de la minoría demócrata en la Cámara alta, Chuck Schumer.
               Como consecuencia de las medidas de confinamiento, veíamos lugares tan emblemáticos como Times Square, principal intersección de calles en Manhattan, normalmente muy concurridos, tan vacíos, algo que sólo se había conseguido con efectos especiales en el cine. Esto se debe a que además del resto de medidas, el Gobierno ha prohibido la circulación de personas en los focos de coronavirus, una vez más para frenar los contagios.

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Times Square vacío por las medidas de confinamiento 
              
               El plan estadounidense contemplaba la extensión de cheques a la mayor parte de ciudadanos estadounidenses, siendo éstos del valor de 1200 dólares por adulto y 500 por menor de edad. Así, una familia de cuatro miembros recibiría 3000 dólares. En total, el gasto puede sumar hasta los 500.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha una línea de préstamos de 367.000 millones de dólares para empresas pequeñas y medianas y hasta 500.000 millones para industrias, ciudades y estados. Según los demócratas, este proyecto ayudaría a compensar el salario de los trabajadores despedidos. En el caso de los trabajadores, recibirán el pago habitual por desempleo, que depende del Estado. Para las empresas, también habrá medidas fiscales que por el momento contemplan el aplazamiento del 6,2 % de la cotización a la Seguridad Social.
               Las negociaciones planteadas para el pasado domingo y lunes giraban en torno a la propuesta republicana de no hacer públicos los beneficiaros de las ayudas hasta dentro de seis meses, a lo que los demócratas criticaban la opacidad y la falta de medidas para exigir a las empresas que aseguraran el mantenimiento de los empleos. Ante esto, la Casa Blanca ha aceptado incorporar a un inspector general que controle y supervise las decisiones sobre los préstamas entidades económicas como Morgan Stanley o Goldman Sachs dudan de si esta inyección será suficiente, con sus propios cálculos de la caída económica estadounidense.
Operadores de Bolsa, en Wall Street el pasado miércoles.               Esta pandemia llegó en pleno crecimiento económico del país, y en apenas unos días se habían perdido todas las ganancias acumuladas durante la presidencia de Trump y se preveía la subida del paro hasta un 20 %. Sin embargo, gracias a las inyecciones masivas tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea a las empresas, tanto Wall Street como muchos otros medidores económicos acabaron la sesión del martes con subidas de, en algunos casos, más del 10%.
                La intención del presidente estadounidense Donald Trump, a pesar de todas las recomendaciones los expertos y comunidades científicas, es levantar las medidas de confinamiento el próximo 12 de abril, algo que muy pocos comparten, pues no creen que el país vuelva a la normalidad en apenas dos semanas y media.

OPINIÓN: 
               Como recomiendan todos los expertos, las medidas de confinamiento son no sólo recomendables sino necesarias para poder salvar la estabilidad social en mitad de una crisis de tal magnitud como a la que nos enfrentamos. Lo principal ahora son las personas, y creo que el crecimiento económico puede esperar, así que mientras haya recursos lo prioritario es salvaguardar la salud y los derechos básicos de toda la sociedad, en especial de aquellas personas que no cuentan con los recursos necesarios. No puedo evitar preguntarme si los fondos movilizados son suficientes para hacer frente a la pandemia en un país como Estados Unidos, pues si lo comparamos con otros como por ejemplo España, vemos que es 50 veces más grande y sin embargo ha movilizado sólo 10 veces más capital. Creo que en un futuro el Gobierno estadounidense se verá obligado a hacer una inyección de capital aún mayor, pues además cuenta con los recursos necesarios al menos en principio. Así mismo, también deberá aumentar y prolongar las medidas de confinamiento, pues lo más seguro es que siga la curva que todos los países afectados están siguiendo, y que podemos ver en el caso de China que conlleva al menos dos meses de confinamiento. Para concluir, en mi opinión el gobierno republicano debería llevar los trámites con la mayor transparencia, pues al fin y al cabo, esta es una crisis social en la que todos los ciudadanos son parte importante y necesaria para poder volver a la normalidad, por lo que participan en ella tanto como los gobernantes. 

BIBLIOGRAFÍA: 


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