El nuevo ministro de Consumo, Alberto Garzón, pretende
reducir el consumo de la comida basura. Este plan se incluyó en el pacto de
PSOE-Podemos, que como posibilidad presentaba «revisar la fiscalidad de los
alimentos ultraprocesados o ricos en grasas y azúcares». Además, tienen como
objetivo "reducir el impacto de la comida basura, al establecer
obligaciones claras en el etiquetado, que deberá reflejar la calidad de los
productos conforme al modelo del semáforo nutricional, así como una revisión de
la fiscalidad de los alimentos ultraprocesados o ricos en grasas y azúcares”.
Alberto Garzón |
Actualmente, la mayoría de productos alimenticios en España
están gravados con un IVA del 10%, exceptuando los considerados bienes de
primera necesidad (pan, leche, huevos, frutas, verduras, etc.) que tienen un
IVA del 4%. Las bebidas alcohólicas están gravadas además con Impuestos
Especiales.
Alberto Garzón no descarta incrementar el IVA de estos
productos del 10% al 21%, además, afirmó que están estudiando la medida y que
en dos o tres semanas empezaran a transmitir los primeros anuncios. Por otro
lado, el sector de consumo no está de acuerdo con estas tasas planteadas por el
nuevo gobierno, “perjudica a las rentas más desfavorecidas”. La Federación de
Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) critica la posible subida de
impuestos, su director general, Mauricio García de Quevedo, señala que no hay
relación entre los términos comida y basura. También añade que desde la
fiscalidad no se cambian hábitos y comportamientos y que este tipo de medidas
tienen un fin recaudatorio. Asimismo, los problemas de salud también dependen
de otros factores, no solo de la alimentación que no es saludable, aparte, que
la oferta de productos nunca ha sido tan variada y segura, según declaran.
La secretaria general de la asociación Marcas de
Restauración, Paula Nevado, recuerda que cualquier cuestión referida con la
alimentación debe ser tratada con sensibilidad y conviene el uso de la
terminología exacta, sin crear debates falsos sobre ello. Fuentes consultadas
recalcan la dificultad de definir qué es fast food o comida basura y que la
tasa en sí no es muy concreta.
El acuerdo de PSOE-Podemos también pretende impulsar "la
compra pública de alimentos de proximidad y con criterios ecológicos" y
suministrarlos en hospitales, concursos públicos de cáterin y comedores
escolares. Además se propone reducir el 4% del IVA de los alimentos "frescos
y saludables".
CONCLUSIÓN
Las asociaciones han adoptado una postura proteccionista. La
subida de las tasas puede afectarles en sus ganancias, ya que habrá mucha gente
que se plantee cambiar su consumo y por lo tanto, gastar menos en sus productos.
La medida que pretende poner en marcha el gobierno es favorable para los
consumidores y ya se ha puesto en marcha en otros países. Sin embargo, también
hay otros muchos factores, como dice la Fiab, que afectan a la mala salud y la
obesidad. El gobierno podría promover, mediante campañas o incentivos, una vida
más saludable en otros ámbitos del día a día, como la práctica de más deportes,
tener conciencia de los alimentos que nos benefician o no, etc. Por otro lado,
otras fuentes declaran que esta subida de impuestos afectará a las rentas más
bajas, pero si se consigue que otros productos más saludables estén a precios
razonables no sería un problema. También, me parece que promover pequeños
negocios y la compra de productos ecológicos es muy beneficioso para la economía.
BIBLIOGRAFÍA
El economista (consultado el 26/01/2020)
El economista (consultado el 26/01/2020)
Libre Mercado (consultado el 26/01/2020)
El Mundo (consultado el 26/01/2020)
https://www.elmundo.es/economia/ahorro-y-consumo/2020/01/21/5e25e8c7fdddffd6088b45a4.html
Redacción Médica (consultado el 26/01/2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario