España recibió el año pasado un total de 81.786.364 turistas
extranjeros, récord absoluto, el quinto consecutivo, que convierte a
España en el segundo destino del mundo, según la encuesta de movimientos en fronteras (Frontur) que hoy ha
publicado el INE.
Sin embargo, diciembre no fue un buen mes: vinieron casi cuatro
millones, un 0,22% menos que hace 12 meses, lo que supone el primer
descenso interanual desde enero de 2013. El frenazo tiene un origen:
Cataluña, donde el número de visitantes se desplomó un 13,91% interanual
en el mes de diciembre, hasta 823.427. Fue el tercer mes consecutivo de
caída del turismo en la Comunidad. Los turistas gastaron en el total
del año 86.823 millones, un 12,2% más que el año anterior.
Los
823.427 turistas llegados a Cataluña en diciembre son 133.041 menos que
en el mismo mes del año pasado. Es la peor caída vivida en el sector en
esta comunidad desde 2009, un año desastroso en toda España con el
inicio de la crisis global. Si ampliamos la mirada al último trimestre,
que comenzó con el referéndum ilegal del 1 de octubre, Cataluña recibió
en ese periodo 3,3 millones de turistas, frente a los 3,52 del mismo
periodo de 2016. Es decir, en esos tres meses, los de la máxima tensión
por el desafío independentista, la región ha perdido 229.327 turistas
respecto a las cifras del año pasado, un 6,5% del total
Analizando en detalle estas cifras, se aprecia que se ha
resentido especialmente en Cataluña el turismo de negocios, que en
diciembre cayó un 35%, y otro 36% en octubre. En términos absolutos,
este tipo de turismo es el responsable de casi la mitad de esos 229.327
turistas perdidos. Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá Hotels,
ya afirmó hace unos días que el segmento del turista de eventos y
congresos se había visto muy afectado por el desafío secesionista y
auguraba que no se recuperará "hasta que no haya cierta estabilidad”.
La caída del número de turistas en Cataluña tiene reflejo en
el gasto, aunque algo matizado. Cayó en diciembre un 6,75%, hasta 876,6
millones, merced a que los turistas que visitaron la región gastaron
más. Así, el gasto total por turista creció
un 8,3%, hasta 1.065 euros, con un desembolso diario de 152 euros, un
4,6% más, en estancias medias de casi siete días, un 3,55% más largas.
Hay que dejar claro que el gasto turístico no se corresponde exactamente
con ingresos en el destino, puesto que el gasto incluye, por ejemplo,
lo que el turista paga por un billete de avión o un taxi de su casa al
aeropuerto, y eso se queda en su país.
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